martes, 23 de marzo de 2010

¿Per qué no?
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Resulta que hoy como estábamos aburridas, mi compañera de piso y yo nos hemos ido a un par de centros comerciales, en el primero estuvimos básicamente para comprar los ingredientes para una tarta de chocolate y también hemos comprado más de tres euros cada una en gominolas. Yo apenas he probado las mías por culpa de un dolor extraño en el estómago que casi no me ha dejado probar bocado hoy, pero sé que están ahí y eso me hace feliz.
Tras equivocarme de camino, llegamos al segundo centro comercial, miramos todas las tiendas de ropa incluidas las más kinkis donde a pesar de ello, también están vendiendo prendas para yonkies casuales. No nos compramos nada porque somos pobres y estámos ahorrando para el fin de semana, pero la cosa no queda ahí porque luego bajámos a la parte de abajo donde habían libros y pelis, y claro, me empeñé en un diccionario de alemán para viajeros que al final tuve que meter dentro del bolso porque no era justo que costara seis euros. Pillamos unos cereales y un paquete de papas fritas y la cajera era la cosa más lenta del planeta tierra, además tenía el fleco más raro que he visto en mucho tiempo y encima que estaba robando y era consciente de ello tuve que esperar unos diez minutos para traspasar la barrera anti-robo que aunque yo sabía de antemano que los libros no pitan me hacía presión en el pecho.
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1 comentario:

Victoria Sahores Ripoll dijo...

Me encantan tus fotos ♥ !


Yo soy incapaz de robar nada, por más que quiera.
Bueno, una vez en Londres robé un paquete de chicles, pero 50 céntimos no creo que sea exactamente robar xDDD