Nadie puede ignorar la presencia del que vive,
del que en pie en medio de las flechas gritadas
muestra su pecho transparente que no impide mirar,
que nunca será cristal a pesar de su claridad,
porque si acercáis vuestras manos, podréis sentir la sangre.
del que en pie en medio de las flechas gritadas
muestra su pecho transparente que no impide mirar,
que nunca será cristal a pesar de su claridad,
porque si acercáis vuestras manos, podréis sentir la sangre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario